En todo el mundo, ningún material se utiliza más para construir que el cemento – y la demanda aumenta diariamente. En consecuencia, la oferta también aumenta y la competencia en el mercado es más dura. Por ello, la calidad impecable de los productos y una producción eficiente en tiempo y costes tienen una importancia crucial. Además, debe cumplirse con numerosas reglamentaciones ambientales.
El uso de la tecnología de medición más moderna, como la del testo 350, es imprescindible.
El desafío
En la producción de cemento se pueden definir tres áreas principales de uso para el seguimiento y análisis de las emisiones que se producen.
En esta aplicación se alcanzan temperaturas medias de 1.100 °C a 1.300 °C. Además, cabe esperar concentraciones de 2 Vol. % de O2, un máximo de 500 ppm de CO y aproximadamente 1.000 ppm de NO. Un posible lugar para registrar estos valores puede ser, por ejemplo, la salida del horno giratorio. Ahí es fácil establecer si se produce una entrada de aire incorrecta entre la entrada de precalentamiento y la salida de precalentamiento.
En el proceso central de producción de cemento, la materia prima pasa por una torre de ciclones, donde se trata con aire caliente de proceso en sentido contrario para expulsar el CO2. A la salida del precalentador, es habitual que se den valores de medición de 700 °C, 3 Vol. % de O2, 500 ppm de CO y 400 ppm de NO. Se recomienda la medición diaria de estos parámetros. Se recomienda la medición diaria de estos parámetros.
La solución
El medidor de emisiones portátil testo 350 es la herramienta ideal para el análisis profesional de gases de combustión. El analizador se compone de la unidad de control y la caja analizadora.
La unidad de control es el elemento con el que se maneja y se ven los valores medidos del testo 350, y es extraíble. En la pantalla gráfica a color de la Unidad de Control las lecturas se representan de forma clara. La instrumentación en sí se encuentra en la caja analizadora. La sólida carcasa del testo 350 cuenta con una protección contra golpes integrada. Los períodos de inactividad debido a la suciedad del instrumento están prácticamente excluidos gracias al diseño resistente. La unidad de control es la unidad de mando y visualización extraíble del testo 350. En la pantalla gráfica a color las lecturas se representan de forma clara. La instrumentación en sí se encuentra en la caja analizadora.
Mediante la memoria interna, los datos de medición pueden transferirse desde la caja analizadora a la unidad de control. En caso necesario se pueden activar y controlar simultáneamente varias cajas analizadoras con una unidad de control. La sólida carcasa del dispositivo cuenta con una protección contra golpes integrada. Los períodos de inactividad debido a la suciedad del instrumento están prácticamente excluidos gracias al sólido diseño. Además, cámaras herméticas protegen el interior del aparato de la suciedad ambiente. El manejo puede realizarse también en conexión directa con un PC u ordenador portátil, como alternativa a la Unidad de Control. Tras la programación, la caja analizadora puede llevar cabo mediciones y almacenar datos de medición de forma autónoma. Esto aumenta la eficiencia de sus rutinas de medición.