Las instalaciones fotovoltaicas son un aporte importante para el cambio del modelo energético y para el tratamiento sostenible de los recursos. En las últimas dos décadas han surgido muchas instalaciones fotovoltaicas pequeñas y grandes impulsadas por medidas de fomento estatal en muchos países del mundo. Después de la fase de auge, va cobrando importancia sobre todo el mantenimiento de las instalaciones existentes. Esta guía práctica le muestra cómo la termografía le ayuda en la puesta en servicio, la documentación y el mantenimiento, y le proporciona consejos y trucos útiles para el uso de una cámara termográfica.
En los años de auge de las placas solares, había muchísimos pedidos, por lo que los instaladores cualificados no daban abasto. Esto supuso que no solo las empresas con buenos conocimientos sobre energía fotovoltaica hicieran las instalaciones, sino que también muchas empresas provenientes de otros sectores y personal técnico poco cualificado se atrevieran a llevarlas a cabo. Las consecuencias se siguen sintiendo hoy: deficiencias en la ejecución, rendimiento insuficiente de las placas e incluso riesgos de seguridad. Las consecuencias son varias, la primera es que las expectativas que tenía el usuario final respecto al uso de las placas no se cumplen, pero para las empresas instaladoras pueden ser peores, ya que sobre ellas recaen las reclamaciones de indemnización, que pueden hacerse valer sobre la base de un análisis termográfico.
Las anomalías térmicas indican una posible pérdida de rendimiento energético.
En la guía podrás leer sobre estos temas:
La motivación y las razones para el uso de la termografía
Imágenes de fallos y causas
Consejos y trucos para la medición y prevención de fallos
¿Cómo decidir cuál es la cámara termográfica ideal?
Las cámaras termográficas Testo para la termografía fotovoltaica
Cámaras termográficas, el instrumento de medición ideal para la inspección de parques solares