Peso | 600 g (sin batería) |
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Medidas | 270 X 90 X 65 mm |
Temperatura de funcionamiento | -5 hasta +45 ºC |
Medidas de la pantalla | 240 x 320 píxeles |
Funciones de pantalla | Pantalla gráfica a color |
Alimentación de corriente | Bloque de baterías 3,7 V/2,6 Ah; Fuente de alimentación 6 V/1,2 A |
Máximo memoria | 500.000 valores medidos |
Temperatura de almacenamiento | -20 hasta +50 ºC |
Rango | ±10000 Pa |
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Exactitud | ±3 % del v.m. (10 hasta 10000 Pa) más ±1 dígito ±0,3 Pa (0 hasta 9,99 Pa) más ±1 dígito |
Tiempo de respuesta t₉₀ | < 20 s |
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Rango | 0 hasta 21 % Vol. |
Exactitud | ±0,2 % Vol. |
Resolución | 0,1 % Vol. |
El monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro, inodoro y sin sabor, pero también es venenoso. Se produce por la combustión incompleta de sustancias que contienen carbono (gasóleo, gas, combustibles sólidos, etc.). Si el CO penetra en el flujo sanguíneo a través de los pulmones, se combina con la hemoglobina e impide que el oxígeno se transporte en la sangre; lo que provocará la muerte por asfixia. Este es el motivo de comprobar las emisiones de CO regularmente en los puntos de combustión de los sistemas de calefacción y en las áreas circundantes.
Las lecturas estándar tomadas durante los servicios del sistema de calefacción domésticos incluyen la comprobación de la presión en las calderas. Implica la medición de la presión del caudal de gas y la presión en reposo del gas. La presión del caudal, también denominada presión de suministro, hace referencia a la presión del gas que fluye y la presión en reposo del gas estático. Si la presión del caudal para calderas de gas se encuentra ligeramente fuera del intervalo de 18 a 25 mbar, no se deben realizar ajustes y la caldera no se debe poner en funcionamiento. Sin embargo, si se pone en funcionamiento, este no será correcto, y se producirán explosiones cuando se encienda la llama; al final la caldera fallará y el sistema de calefacción se apagará.
La medición de los gases de combustión de los sistemas de calefacción sirve para establecer los contaminantes liberados con los gases de combustión (por ejemplo, monóxido de carbono CO o dióxido de carbono CO2) y la energía de calefacción perdida con los gases de combustión caldeados. En algunos países, la medición de los gases de combustión es un requisito legal. Tiene dos objetivos principales:
1. Asegurarse de que la atmósfera se contamina lo menos posible y
2. Asegurarse de que la energía se utiliza lo más eficientemente posible.
Las cantidades estipuladas de contaminantes por volumen de gases de combustión y de pérdidas de energía nunca se deben superar.
La medición de los resultados requeridos por la ley tiene lugar durante la operación estándar (utilizando el aparato en cada caso). Con una sonda Lambda (sonda de único orificio o de varios orificios), se realiza la medición en el centro del caudal de la tubería de conexión (en el centro de la sección cruzada de la tubería, no en el borde) entre la caldera y la chimenea. El analizador de gases de combustión registra los valores medidos que se pueden imprimir o transferir a un PC en una etapa posterior.
La medición la realiza el instalador en la puesta en marcha y, si es necesario, cuatro semanas más tarde por el inspector de gases de combustión o deshollinador, y luego a intervalos regulares por el técnico de servicio autorizado.
Cuando se miden las temperaturas de los radiadores, se registran en particular las temperaturas de caudal y retorno y el técnico las evalúa. La temperatura del caudal se define como la temperatura del medio de transferencia térmica (por ejemplo, el agua) con el que se suministra el sistema. La temperatura del medio que fluye fuera del sistema se denomina la temperatura de retorno. Para evitar pérdidas dentro del sistema de distribución del calor y conseguir un mejor nivel de eficiencia, es necesario el registro en un punto de las temperaturas de caudal y retorno. La implementación de medidas pertinentes conduce al ajuste hidráulico basado en la información sobre las temperaturas de caudal y de retorno. Esto define un procedimiento con el que se suministra a cada radiador o circuito de calefacción de un radiador plano dentro de un sistema de calefacción, a una temperatura de caudal establecida, la cantidad precisa de calor necesaria para conseguir la temperatura ambiente requerida para habitaciones individuales Las condiciones operativas con fallos darán como resultado un exceso considerable en el consumo de electricidad y energía de calefacción. El reglamento de ahorro de energía alemán (EnEV) requiere el ajuste hidráulico para los sistemas que se instalan o revisan por esta precisa razón.