En un mercado caracterizado por una demanda creciente, exigencias de calidad en constante aumento y multitud de normativas de protección del medio ambiente, los productores de metal y acero deben trabajar no sólo con eficacia, sino también con una calidad impecable.
Para tener éxito en este campo, es imprescindible el uso de tecnología de medición avanzada, como la del analizador de emisiones testo 350. Porque es la única manera de optimizar los procesos de producción y garantizar una calidad fuera de toda duda.
El arrabio se obtiene mediante reducción (eliminación de oxígeno) del mineral de hierro en un alto horno, o mediante reducción directa.
Como agentes reductores se utiliza coque, gas natural o carbón. En el proceso de alto horno, se cargan en éste desde la parte superior (en la garganta) el mineral tratado (gránulos, sinterizado) y los agregados, junto con el coque. Desde abajo se suministra “viento caliente” como otra fuente de energía. La mezcla de viento caliente y gases de reducción asciende hacia arriba, en dirección contraria a la de los materiales, que descienden, siendo extraída en la garganta como gas de tragante. El arrabio líquido se acumula en el fondo del horno junto con la escoria, y es extraído de allí a intervalos regulares. Generalmente se lo utiliza para alimentar una fábrica de acero en su posterior procesamiento. La composición del gas de tragante es durante todo el proceso un factor que tiene gran influencia sobre la calidad de la combustión en los recalentadores de aire.
Con el analizador de emisiones testo 350, los componentes monóxido de carbono (CO) y dióxido de carbono (CO2) pueden determinarse de forma rápida y sencilla. La medición se realiza en la salida de gases de la chimenea después de la bolsa de polvo, en la chimenea del alto horno como variable de mando para el funcionamiento del horno, y en el tubo de bajada antes de la bolsa de polvo para el balance de la planta. Adicionalmente, el testo 350 puede utilizarse para evitar un peligro de incendio en la bolsa de polvo de CO mediante la medición.
Dentro del proceso de producción de coque, el testo 350 puede utilizarse para medir SO2, NOx (la suma de NO y NO2), CO y O2. El instrumento de medición de emisiones tiene seis zócalos, por lo que puede alojar cinco sensores de gas además del O2. Dado que el valor CO proporciona información sobre la eficiencia de la combustión del alto horno, es uno de los parámetros que se mide con más frecuencia. Las concentraciones de CO pueden llegar a 50.000 ppm, las cuales pueden medirse utilizando el testo 350 y la opción de dilución.