Nuestros detectores de fugas de gas combustible son altamente fiables, precisos, y le ayudarán en sus mediciones diarias en sistemas de calefacción. Son muy intuitivos, su funcionamiento no presenta ninguna complicación y gracias a estos factores le resultará fácil comprobar las conducciones de gas.
Características de los detectores de fugas de gas combustible
Alarma visual y acústica
Pantalla LCD retroiluminada
Sonda maleable para lugares de difícil acceso
Detección de metano, propano e higrógeno
La detección de fugas de gas es la comprobación elemental de si existen fugas en las partes de las tuberías de gas. Una tubería de gas se considera sin fugas cuando no hay fugas de gas de las partes expuestas. Esto significa que se comprueba la estanqueidad externa de las tuberías de gas expuestas en particular. Las fugas se detectan probando un punto de conexión; por ejemplo, en los accesorios, las bridas, los tornillos y las válvulas de control de gas. También es importante comprobar los conductos que entran en los edificios y las tuberías que están ocultas en las salidas de aire. La manera más moderna de detectar las fugas de gas es utilizar un detector de gas electrónico (“sniffer”).
En situaciones normales, una persona avisa a la compañía del gas cuando el olor es bastante evidente. En estos casos, esto significa que la concentración de gas en el ambiente se sitúa entre el 4 y el 17%, por lo que el riesgo de explosividad ya es bastante alto. Para trabajar en estas situraciones de riesgo, determinar el estado de las tuberías y localizar el punto de la fuga, el operario de la compañía debe efectuar un test rutinario con un detector especial con protección ATEX (del francés “ATmosphère EXplosive”). La protección ATEX especifica los requisitos que debe cumplir un instrumento de medición que dispone de sus propias fuentes de ignición y que por tanto podría ser la causa de una explosión.